Ética de buen pescador

Los valores de la pesca

Estos valores los iremos adquiriendo desde la niñez si tenemos la suerte de que un mentor nos transmita las buenas actitudes sobre la pesca o de adultos, si decidimos darle una oportunidad a este deporte y darnos cuenta de todo el tiempo que hemos perdido sin pescar 😄.

Algo que debemos tener claro es que la verdadera pesca no es tan solo ir a una tienda y comprarse una caña,carrete… debemos adquirir unos valores que nos hagan crecer como personas y como pescadores, algo que por desgracia, cada día vemos perderse en nuestra sociedad en todos los ámbitos.

Hay que aprender a disfrutar no solo de la acción de pesca sino del entorno, la compañía y el placer de vivir unos momentos entre la naturaleza, fuera del estrés de la vida diaria.

Para poder disfrutar durante años de la pesca y de nuestro entorno es imprescindible cuidar de los peces, su medio y el entorno que también compartimos con estas especies.

Limpieza en la pesca

Una de mis primeras lecciones antes incluso de tener una caña fue la de aprender a dejar mi zona de pesca igual o mejor que la encontré, llevar mi basura, no dejar sedales para que yo y otros puedan disfrutar la siguiente jornada de un entorno limpio y natural, igual que antes de llegar nosotros algo que como podréis descubrir a muchas personas nunca les han enseñado esto, cosa que me apena enormemente.

El respeto en la pesca

Otra de las enseñanzas que en su día me inculcaron, es la de respetar siempre las tallas y sus cupos, si queremos volver en el futuro y seguir disfrutando de lo nuestro «la pesca» debemos de cuidar que las especies tengan una oportunidad de crecer y reproducirse.

Este granito de arena, realizando el captura y suelta «catch & release» y porqué no, si lo vemos conveniente, llevar unas piezas para nuestra cena o la de nuestra familia, y soltar el resto o las de menor tamaño, sin duda no terminará con la riqueza de nuestras zonas de pesca «spots» pero contribuiremos a un uso sostenible del medio. 

La típica frase de «si no lo llevo yo…se lo llevará otro» siempre me ha parecido la frase del típico «pescador» sin valores y sin aspiración a crecer como persona y como pescador.

Tenemos suficiente con la sobre explotación de caladeros, furtivismo, destrucción de los fondos marinos con la pesca de arrastre, la contaminación industrial y turística, más un largo etcétera al que no debemos sumarnos.

El respeto es un pilar tan grande como el resto. Saludar a los pescadores que nos encontramos en las riberas de nuestros ríos, en los espigones, pedreros o playas, respetar el espacio y las zonas que abarquen los posibles lances de un pescador que ya se encuentra en su puesto… son costumbres que se están perdiendo y que llevan a momentos de tensión incluso a las manos en muchas ocasiones.

Si queremos respeto  antes debemos respetar, hay que ser conscientes de que la pesca deportiva hoy en día es un pasatiempo y para poder disfrutar al cien por cien debemos interiorizar estas pequeñas cosas.

Un pescador respetuoso se abrirá más puertas que las que cierra, nunca se sabe qué amistades puedes hacer y cuantas cosas puedes aprender de otros tan solo ser educado o cuando podrás necesitar ayuda en una situación difícil.

La pesca radical

Los radicalismos están al orden del día, una escasa educación en cuanto al significado de la tolerancia, la creciente asociación secundaria venida de la globalización y la vida en ciudad, entre otros factores, nos hacen pensar que nuestra forma de ver las cosas es única y verdadera y no nos paramos a pensar que otras personas pueden pensar diferente u obrar de forma distinta porque sus circunstancias son completamente diferentes a las nuestras.

No vamos a descubrir nada nuevo, Aristóteles en el Siglo IV a.c. ya nos dejó en sus escritos que el fin último del ser humano es la felicidad (nosotros somos felices pescando) y para eso nos habla del «justo medio» o como todos conocemos «el término medio entre extremos».

Los extremos no nos llevan a ninguna parte y por desgracia en la pesca ha llegado y con fuerza, de la mano del «animalismo radical»

Todos los días podemos ver en las redes sociales, gracias sobre todo al anonimato, como determinados gremios de pescadores se van radicalizando cada vez más en cuanto a su perspectiva de ver la pesca.

¡Ojo! todos tienen un trasfondo y una razón convincente, pero hay que darse cuenta de que no todo el mundo piensa igual que nosotros y pueden ver la pesca desde otra perspectiva.

Debemos ser consecuentes, respetuosos y abrirnos a entender otro tipo de posturas, esto nos ayudará a ampliar horizontes, escuchar posturas diferentes a las nuestras incluso compartir nuestra opinión y punto de vista.

Una vez analizado podremos estar de acuerdo o no con esas ideas, pero ya habremos ampliado nuestro conocimiento y tendremos la capacidad de poder opinar, con varias creencias sobre la mesa de cuan acertados estamos o no en nuestra forma de ver la pesca.

Respeta los pesqueros de tus amigos

Para los que estáis empezando en este mundo, seguramente os gustaría tener unas zonas de pesca donde sepas qué aparejo usar, que cebo encarnar o incluso donde lanzar para pescar como si fuerais francotiradores. 

A lo largo de los años quizás os encontréis en algún momento con un pescador amigo que os enseñe nuevas puestas y los trucos de esos «Spots» para pescar más.

Este es un arma de doble filo que debéis manejar con cuidado, ya que seguramente a vuestro compañero no le importe que vayáis a pescar, pero todos esos conocimientos a él le han costando innumerables horas y días perdidos para conocer al detalle como pescar en ese lugar que te ha enseñado en escasos minutos.

Seguramente que no le gustará que llenes esa zona de tus amigos, hagas fotos y las publiques en redes sociales…o que te pases todos los días pescando sin dejar descansar a los peces.

Esto te podrá traer unos días de fortuna pero tu imagen como pescador caerá por los suelos y en poco tiempo no tendrás donde ni con quien salir de pesca.

Educación – Respeto – Entendimiento son las tres palabras que debemos llevar en nuestra base como pescadores y como personas.

Y por último os hago una pregunta. En vuestro caso ¿Quién os ha transmitido los valores de la pesca? o ¿De quién los habéis adquirido?