El Slow Jigging se ha convertido en la modalidad reina en cuanto a la pesca deportiva vertical desde embarcación. Una modalidad aparentemente sencilla pero que entraña sus dificultades al ser muy técnica, pero que te engancha desde la primera captura.
¿Qué es el Slow Jigging?
Como comentamos unas líneas más arriba, es una pesca que se practica desde embarcación, manteniendo la verticalidad de un señuelo especial y realizando unos determinados movimientos.
Es una modalidad que desciende del Jigging tradicional, conocido por todos, una técnica también muy efectiva pero en la que exige un esfuerzo físico importante.
En el Slow prima la técnica y aprender a dar un movimiento correcto a nuestros señuelos en los diferentes tipos de técnicas de esta modalidad.
¿Cómo iniciarse en el Slow Jigging?
Como no iba a ser menos, en esta modalidad necesitaremos un equipo específico para poder practicarla correctamente, las cañas juegan un papel importante también las líneas y señuelos como veremos más adelante.
Si empezamos por nuestra cuenta y queremos probar la técnica desde nuestro barco o kayak debemos adquirir unos señuelos específicos que realicen el «baile» propio del Slow Jigging.
Buscaremos una zona conocida en la que podamos tener alguna picada de depredadores, buscaremos un señuelo acorde a nuestra deriva para mantener siempre la verticalidad ya que es un factor imprescindible para tener éxito en este tipo de pesca.
Con unas elevaciones y recogidas lentas, el Slow Jigg realizará unos movimientos que atraerán a los depredadores cercanos o peces que quieran proteger su territorio.
Seguramente en poco tiempo tendremos las primeras picadas y consiguientes capturas, lo que a buen seguro, nos enganchará inmediatamente este tipo de pesca y aumentará nuestra sed de conocimiento sobre ella.
Cañas para Slow Jigging
Las cañas para esta modalidad de pesca se fabrican casi en su totalidad en un solo tramo, con una longitud aproximada de 1,80 y 1,95 metros. Con acción parabólica.
Las podremos encontrar con diferentes acciones y dureza orientadas para trabajar los diferentes movimientos que podemos imprimir a los Jiggs
Lo principal y más importante a la hora de manejar una caña de Slow Jigging es que NO ES UNA CAÑA COMÚN. Su construcción nos limitará a trabajar con ella en unas determinadas posiciones.
Cientos de cañas se rompen por no saber utilizarlas, debemos tener en cuenta cuando tenemos una pieza al otro lado de no bombear por encima de la horizontal de la caña, ya que si no ejecutamos correctamente esta técnica probablemente acabemos partiendo la caña.
Las cañas de Slow Jigging por su novedosa fabricación, nos darán una sensación de cañas suaves y blandas cuando las usamos, pero nada más lejos de la realidad, se doblan con la acción del Jigg, pero deben recuperar de forma lenta y firme para imprimir el correcto movimiento al señuelo.
Al igual que al recoger no debemos bombear con un ángulo muy cerrado, cuando las piezas emprenden una huida si es muy poderosa, deberemos orientar la caña hacia donde tira el pez, dejando actuar en mayor medida al freno de nuestro carrete.
Carretes para Slow Jigging
Los carretes por excelencia para la pesca del Slow Jigging son los de bobina giratoria. Con una manivela sobre-dimensionada con un solo pomo.
Aunque también lo podremos practicar con carretes de bobina giratoria, aunque las cañas específicas para esta modalidad vienen preparadas en general para utilizar carretes de bobina giratoria.
En ocasiones nos intentarán vender carretes de casting utilizados para la pesca tipo Spinning o Casting, pero no serán los adecuados para esta modalidad.
Su construcción y materiales están pensados para realizar este tipo de pesca correctamente.
Los frenos de palanca o estrella nos ayudarán a corregir rápidamente y de forma precisa este parámetro, además la manivela con su forma, nos permitirá realizar correctamente los diferentes tipos de recogida de esta modalidad.
Además este tipo de carretes entre otras cosas, nos aporta información durante el descenso del Jigg, en muchas ocasiones nos picarán durante el descenso y un cambio en la velocidad de giro de la bobina nos lo indicará en el acto.
Jiggs o señuelos para Slow Jigging
En el mercado podemos encontrar infinidad de tamaños, colores, formas… pero vamos a hablar de la esencia de estos señuelos, que es lo que realmente los hace interesantes.
Como su nombre indica, esta modalidad de pesca es más lenta y armoniosa, por lo que necesitaremos señuelos cuyo descenso sea controlado.
Esta técnica avanza y se reinventa cada día por lo que hemos pasado de pescar tan solo con Jiggs de plomo a utilizar vinilos para el Slow Jigging.
Los Jiggs de plomo se caracterizan por ser más ovalados y tener mayor superficie, por lo que en su descenso realizan movimiento erráticos de lado a lado, lo que propicia muchas veces el ataque en el primer descenso.
También tenemos hoy en día vinilos para Slow Jigging cuyo resultado está ya más que probado, quizás no realizan los movimientos en esencia de un Jigg de plomo, pero utilizando esta técnica ofrecen unas capturas increíbles.
Líneas para Slow Jigging
La línea madre utilizada en el Slow Jigging es el hilo trenzado. En el mercado podemos encontrar infinidad de tipos, colores y diámetros.
A la hora de elegir una madre para nuestro carrete debemos tener en cuenta varios factores. Es importante que nos de fianza suficiente de que el trenzado sea realmente del diámetro y el aguante que nos indica en la ficha.
El factor más importante a la hora de realizar una buena elección es el grosor o diámetro del hilo, puesto que de él dependerá no solo el aguante del peso que puede soportar, sino la influencia que tendrá sobre él la deriva y las corrientes.
Disponer siempre de la máxima verticalidad es el factor clave de esta modalidad de pesca y en ella influirá tanto la forma del señuelo como nuestra línea madre.